Hay pesos que traemos y que cargamos día a día...
Algo que nos vuelve a coronar de espinas encima del corazón, algo que nos destroza la garganta...
Todos tenemos historias desconcertantes que nos retuercen el estómago.
Todos tenemos dependencias, miedos asesinos, celos devoradores.
Pero hay algo de una intensidad inquietante, como deben suponer... algo mas fuerte que cualquier tipo de magnetismo, que nos hace despegar los pies del suelo "con los pies sobre la tierra". Algo frente a lo cual, todo lo que pensamos que es infalible cae a pedazos, se derrumba... incluso sobre si mismo.
Confieso que no me hacen falta mas que dos notas de tu voz para que mi corazón pierda su ritmo.
Admito que pensar en el olvido como el solo medio para no sufrir más es algo horrendo, porque no sentirte es la muerte, por que no saberte no es vida.
Por que creo también, que olvidar es revolver todas nuestras memorias,y el dolor así es más fuerte... ya sé.
Entonces olvidé, una vez, dos veces, miles de veces... hasta no distinguir el pasado de la realidad.
Abrí los ojos, desperté.
Todos tenemos dependencias, miedos asesinos, celos devoradores.
Pero hay algo de una intensidad inquietante, como deben suponer... algo mas fuerte que cualquier tipo de magnetismo, que nos hace despegar los pies del suelo "con los pies sobre la tierra". Algo frente a lo cual, todo lo que pensamos que es infalible cae a pedazos, se derrumba... incluso sobre si mismo.
Confieso que no me hacen falta mas que dos notas de tu voz para que mi corazón pierda su ritmo.
Admito que pensar en el olvido como el solo medio para no sufrir más es algo horrendo, porque no sentirte es la muerte, por que no saberte no es vida.
Por que creo también, que olvidar es revolver todas nuestras memorias,y el dolor así es más fuerte... ya sé.
Entonces olvidé, una vez, dos veces, miles de veces... hasta no distinguir el pasado de la realidad.
Abrí los ojos, desperté.
La realidad...
Ni los vidrios opacos, ni las palabras olvidadas, ni los besos mariposa, ni el sonido de tus pulseras al chocar, ni los ojos vendados ni el volumen de la música de los bailes de verano, ni chocolate caliente, ni escapar, ni los postigos crujientes ni los improvisados candados silenciosos nos ocultan de ella, porque con su sonido molesto, sus despertares grises y sus monótonos ritmos de días calcados, lo penetra todo y nos convoca obstinadamente.
Entonces tenes que salir. para mezclarte con personas simples con caras largas y ceños fruncidos que creen que este monótono y despiadado modo de ser es la "Ley de la Vida" y que lo que ellos viven es el único camino a seguir...
Entonces cierro los ojos, me enciendo y vuelvo a vivir, mientras los demás día a día se apagan un poco...