Me decías que el otoño también era importante, aunque las hojas gastadas, rojizas, en esa celebración de nostalgia, eran algo de que cuya realidad a veces dudabas. Como ese muelle en el lago al lado del Orestes, al atardecer, como árboles entre la niebla, como alguna canción sonámbula de Lennon o como la luna nueva, desconfiabas de las frases hechas, aunque vos misma las repitieras, pero entonces ¿en qué medida serían auténticas?, en qué medida impuestas, oportunas, sutiles? Aunque bueno en definitiva todo esta hecho te decías, y funciona certeramente la mayor parte de las veces por que la originalidad es un prejuicio moderno ¿no? sonreías con tus crédulas inferencias, inocente, y caían las hojas, y estabas por cambiar de idea...
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Palabras más, palabras menos...